Literario

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Eloisa y Miguel Pimienta

                                        Eloísa y Miguel Pimienta

De las lunas, la de octubre es más hermosa,
porque en ella se refleja la quietud de
dos almas que han querido ser dichosas
al arrullo de su tierna juventud.
Corazón que has sentido el placer en las noches de octubre...


La letra de esta linda melodía propia del cancionero popular mexicano no dejaba de sonar en la mente de aquella joven piel canela, ojos color de mar y pelo azabache, el ambiente era propicio y encantador, no calor que casi siempre se siente en este Estado, hoy no ruborizaba, arriba el cielo lucía una luna plena que bañaba de plata la campiña sinaloense. Era el mes de octubre, el de las lunas bonitas. La noche era embriagadora e invitaba a la pasión. Eloísa se acompañaba de un joven labrador que hacía tiempo le robaba el sueño, la oportunidad era única, paseaban a la vera del río y los arrullaba el canto perenne del Baluarte; agua que de momento se volvía brisa, que luego era arrastrada por el viento suave que bajaba de las montañas y acariciaba sus caras juveniles. La pareja se hallaba embelesada, temblaban ante el contacto de sus pieles y ante el roce de sus labios. Era su primera cita de amor, ella, contagiada por lo bello del momento comentó a Miguel sus pensamientos de la manera siguiente- El embrujo de ésta noche me hace que me trasporte lejos... Me veo junto a tí remando en una barca en la inmensidad de la mar- Miguel la escuchó con atención, pero no dijo nada acerca de lo vertido por la jóven, era un hombre poco expresivo, como son los curtidos por las faenas del campo. El murmullo del agua y del viento no cesaban de amenizar la soledad, ante la actitud del joven, ella insiste con una pregunta que enseguida hace al de tez blanca, facciones finas, ojos de miel y pelo dorado- ¿Para qué te gusta la noche Miguel?, esperaba, desde luego una respuesta llena de poesía y plena de pasión acorde al instante,  sin embargo el hombre contestó parco y de bucólica manera-Para cortar hoja de maíz Eloísa, ya sabes que de día hace un calorón de la chingada- Al escuchar, Eloisa rompió con el influjo que había invadido su silueta esculpida por los dioses, se encogió, las palabras del labrador fueron duras como el sonido cuando rompe una gran  ola en la roca, violento, sacudió sus sentidos, desapareció la ilusión, se le cayeron las alas con las que flotaba y sólo acató a decirle - Llévame a casa- inmediatamente después la pareja desapareció entre el caserío mientras la luna iluminaba de manera esplendorosa el cielo sereno en aquella noche de octubre en El Rosario, Sinaloa.
                
                              Dr. Nicolás Avilés González



5 comentarios:

  1. aaay eso es tan feo! muchas veces pasa qe esperas una respuesta linda y PUM, rompen las ilusiones como dice ahí jaja pero pues si ella sentía algo verdadero por Miguel, ella debe conocer esa parte de el qe no es del todo romántica, el no ser romántico no significa qe el no la quiera de verdad (:

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  2. auuch.. Duele cuando recibes una contestacion que nos es como la que uno anela obtener... y oh vaya desilucion ...

    Que bonita Historia Doctor =)!!

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  3. ni modo...no siempre salen las cosas como uno espera y se debe sentir muy feo eso

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  4. Ashhh!! tan pero tan hermosas que son todas las noches de octubre con esas lunas tan grandes y brillosas, como para que esa noche no tuviera un final feliz.. Sin duda una historia muy bonita y real, ya que no siempre las cosas salen como uno quiere y no siempre los sentimientos son compartidos..

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