Literario

lunes, 19 de diciembre de 2016

El brebaje

Cuidad de las pasiones del corazòn, ya que en ellas media casi siempre la sinrazòn.

                                                                                               Dr. Nicolàs Avilès Gonzàlez


Desde que la conociò nunca ha dejado de estar presente en su corazòn, se le entreverò en el tuètano de sus huesos, fue amor a primera vista; las curvas y los labios carnosos de la morena le habìan hecho perder el juicio. No dejaba pasar oportunidad alguna para hablarle de su pasiòn. sin embargo ella se comportaba esquiva hasta la pared de enfrente, pero el desdèn no contenia los deseos de tenerla para siempre. Para este objetivo no dejaba de enviar presentes, por cierto algunos muy caros, se los hacia llegar con una amiga en comùn
los embates no eran suficientes para derrumbar la resistencia de la joven, esta era impenetrable, pero èl no cejaba en el intento de conquistarla, se le habìa convertido en una obseciòn. 
Despues de mucha insistencia se convenciò que su plan no surtirìa efecto por lo que decidiò echar mano de las malas artes, la brujerìa; enseguida se encaminò rìo arriba hasta que llegò a la choza de Carmelo al que llamò a grito abierto
-¿Carmelo, Carmelo estas ahì? lo hacìa con tal inntensidad e insistencia que inmediatemente le, invitò a pasar
- ¿Què te trae por acà Martin?
-Vengo a solicitar tus servicios?
-Desde luego que si està a mi alcance cuenta con el,¿Dime?
- Se trata de un mal de amor, he tratado por todos los medios de converncer a la Chepina para que me ame y nada
-¿Cual muchacha dijiste?
-La hija de Espiridiòn, la que vive junto a la iglesia del pueblo-
-Ah, la conozco es muy atractiva- afirmò el brujo
-Esa misma, ¿se puede?
-¡ Claro que se puede, amigo, para la hechicerìa no hay imposibles!
- Gracias Carmelo
- No hay de que darlas, pero para este trabajito voy a necesitar una foto de la plebe, un calzòn y un mechòn de su pelo
- Va estar dificil, pero, ah ya sè, la Genoveva lo conseguirà, pronto estarè de vuelta con el encargo
- En cuanto lo tengas, hago lo demàs
Esa tarde, Martìn se marchò  con el sol frente a sus ojos, pardeaba la tarde, ademàs soportaba un calor sofocante que parecia derretirlo todo
Ya frente a su amiga se dirigiò asì-  Genoveva, creo sabes del interes que tengo por la Chepina, mira he tratado de conquistarla de muchas maneras, cartas, serenatas, regalos y me sigue ignorando, me gusta bastante y la quisiera para novia
-Crees que no he mirado tamaños ojos que le pelas cuando pasa por la plazuela
-¿Entonces ya te habìas dado cuenta? pero como no, si es muy evidente, pero ¿estàs seguro que la quieres, ya te fijaste bien?
- No solo la quiero, la adoro, creo que diosito me la mando para que fuera feliz
-Ha, bueno, no se diga màs
enseguida le confiò el motivo de su visita a aquella casona colonial de patio en medio y amplios corredores que los adornaban bugambilias de muchos colores
- He venido a pedirte un favor
- Claro, dime en que te puedo apoyar
- Necesito una pantaleta, una fotografia y un mechòn del pelo negro de la Chepina
-¿Y, se puede saber para que quieres eso?- me los pidiò Carmelo
-¿El brujo? preguntò  sorprendida
-Si, ese
- Ya te metiste en problemas, esas cosas no se hacen carajo
-Estoy de acuerdo Genoveva, pero el perdido a todas va, veras que con èsta ayudadita la consigo
Dìas despuès su amiga le entregò lo solicitado-  Tomò las prendas como trofeo preciado, enseguida las acercò a su pecho percatandose de que sus latidos eran acelerados y muy fuertes, luego encamino sus pasos rumbo al rìo, sorteaba todo tipo de espinas y soportaba una plaga de mosquitos que le zumbanan intensamente en sus oidos contrastando con el suave canto del Piaxtla
-Carmelo, carmelo, soy Martìn, aqui tengo lo que necesitas- Enseguida abriò de nuevo la portezuela de cardòn ya que dejaba ver facilmente la trama que parecian venas de mujer parida y de manera apresurada estaba en el medio de aquèl remedo de casa
-Aqui estàn las cosas- cuidadosamente las puso en las manos àsperas y sucias del casero
- Bien, pero de una vez te digo, tardarè un poquito ya que esperarè hasta que la luna estè  sazona, esto serà dentro de dos semanas, antes irè al panteòn a buscar huesos, toloache, gobernadora y otras hierbas para que el trabajo no falle
Pronto fue el mes de las lunas bellas, octubre,  una noche de tantas San Ignacio se bañaba de plata, todo lucia esplendoroso para una ronda de amor. Cuando se termino el maravilloso espectàculo celeste regreso el interesado a la casa de Carmelo- vengo por el encargo-
-Ah, si espèrame voy por el- inmediatemente el brujo se desplazò  hasta las hornillas  y de entre las cenizas sacò un pomo de vidrio que contenia un liquido verdoso y se lo entregò al enamorado. Ya, en sus manos preguntò ¿Cuanto es?
- Cinco mil pesos-
- ¿Porquè tanto?
¿Se te hace caro, no que la quieres mucho?- Si, pero se me hace bastante. Para justificar el precio tan elevado aseverò- Con este caerà rendida ante tus galanteos, no tengo duda, està bien preparada la "aguita"
- Bueno, bueno, refunfuño el joven y luego agregò- No se diga màs, te voy a dar dos mil pesos y el resto serà a resultas- Recibio el dinero de manos de Martin, enseguida le recomendò lo siguiente-  Ciuda que no se revuelva mucho y que no le pegue el sol podrìa perder fuerza y no hacer el provecho que se espera. ¡Tiene mucha sustancia el pomito!
-No te preocupes lo cuidare como si fuera un tesoro. Se retiraba cuando de pronto se acordò como se lo administrarìa
¿Como se lo darè?- Ah que buena pregunta, luego interrogò ¿Quien harà la chamba?
-Una amiga. Bueno, dile que que espere la luna llena, antes nadaen cuanto esta se ponga que le de cinco gotas diarias durante el tiempo que termine esta en cambiar. ¡ El amarre no fallarà!
De nuevo partiò el enamorado, mientras las estrellas adornaban de manera esplendorosa el cielo de ese pueblo colonial del sur de Sinaloa.
Al dìa siguiente se esperaba plenilunio, era la señal para iniciar el goteo. Fuè a llevarselo a Genoveva, ya frente a ella, lo sacò de un pañuelo fino donde lo traia envuelto y se lo entregò. Esta al ver el color del contenido se sobrecogiò e hizò una pregunta
-¿Estàs seguro que no es veneno esta cosa, que no le haremos un mal a mi amiga? a lo que contesto el recien llegado- El brebaje solo harà que me quiera
¿Como se lo darè?. Cinco gotas mientras estè sazona la luna
- Bien, dejame unos dos cientos pesos para invitarla a la cafeterìa y hacerlo- Enseguida le dejò un billete de quinientos pesos- Ahi te encargas de todo- ella dijo- descuida lo harè por tu felicidad amigo

Las gotas llegaron a su destino. con el paso de los dìas, las serenatas y regalos terminaron por funcionar, la bella diò señales de interesarse por èl. Las cosas de sucedieron  como cuando bajan los arroyos de la sierra en tiempo de lluvias; ràpido, muy ràpido; vinieron paseos, bailes y estancias largas en la plaza, consiguiò lo que deseaba y algo màs, al cabo de un mes la tania en una alcoba del motel "Arlequin" en Mazatlàn

- Ahora seràs mia y de nadie màs Genoveva, te prometo luna de miel interminable, despues de decirlo empezò con caricias suaves en cara, mismas que se tornaron atrevidas ya que pronto tocaba los pechos palpitantes de la morena, ademàs besaba sus labios con frenesì, mientras tanto deslizaba suevemente su mano derecha hacia la parte media del cuerpo escultural y cuando llegò a la entrepierna, con un movimiento certero toco los genitales. Oh, desiluciòn! sintiò algo duro, grueso, palpitante que le llenaba la mano. ¡Un tambache!, aquello era diferente a lo suave, hùmedo y carnoso que esperana encontrar. Como cuando se toca un tizòn ardiendo retirò su mano apresurado, luego su cuerpo, exclamando
- Pinche brujo, pero esto me la paga- Se colocò la camisa y saliò apresurado hacia su camionetra. Despuès de manajar dos horas llegò a la tierra de Heraclio Bernal e inmediatamente se dirigiò rio arriba. Ya frente al de las malas artes de dijo;
 - Me la cambiaste, cabròn, era bato lo que me llevè al Motel, eres despreciable- Lo quizò agredir a golpes, pero se defendiò
-Calmate , calmate Martìn ¿que tienes?
-No te hagas Guey, bien sabes lo que hiciste, te quisiste reir de mi, pero te digo que de mi nadie se burla. No te voy a pagar el resto de lo que pactamos y devuèlveme los dos mil que te adelantè, como que presentìa que èsta porqueria valìa puro queso
El brujo argumentò- Lo que dices, que te la cambie te hubiera costado caro, me pagaste para que te hiciera caso ¿la conseguiste si o no?- Si, pero era bato, insistìò que me la cambiaste para mofarte de  mi
- No tengo la culpa, lo que pasa es que no te fijaste bien, Aqui tengo la foto que me trajiste- Lo decia mientra sostenia en su mano derecha la imagen que el joven le habìa proporcionado dìas antes. Al mirarla, el necio se quedo de una pieza, petrficado, estupefacto como la mujer de Lot- Aprovechando aquel momento, el de la magia negra insistiò- No te la cambie, el encargo era para que te hiciera caso, para la brujeria no hay imposibles, pero te equivocaste. Recuerda que la magia jala parejo ¡ no se le olvide nunca Martìn

                                                               Dr. Nicolàs Avilès Gonzàlez


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