Literario

domingo, 27 de mayo de 2012



                      Jesús Malverde, el santo de Culiacán
 
 

La ruta de Culiacán-Eldorado-Costa Rica a finales de los años cincuentas salvo sus honrosas excepciones, la mayoría de los camiones eran chatarra, el camino era angosto, lleno de baches y copado por camiones y tractores jalando carretas llenas de caña quemada, que eran arrastradas de manera lenta y dificultosa para alimentar a los ingenios azucareros de Navolato y Costa Rica; situaciones que hacían largo y tedioso el viaje hasta la capital sinaloense. Despues de una hora de soportar los vapores, zangoloteos, dolores de cabeza. mareos, vómitos y sudores, empezabas a divisar casuchas y al llegar a la carretera que viene de Navolato viraba hacia la derecha hasta donde hoy se encuentra la estatua ecuestre de el General Emiliano Zapata, aqui daba vuelta a la izquierda e inmediatamente te encontrabas con un llano extenso, sin construcciones donde fácilmente te percatabas de la existencia de un montículo formado con piedras de río y una cruz de madera que asemejaba una tumba; después supe que esa pequeña elevación artificial guardaba los restos de Malverde. Se encontraba en los arrabales que estaban a las orillas de la ciudad, muchas ocaciones la miré, estaba abandonada, sucia y hasta ella llegaban personas a dar las gracias por los favores recibidos.

De Jesus Juarez Mazo alias Malverde se dicen muchas cosas, entre otras que nació en Mocorito, o que fue en Jesús María y, es por eso que es una leyenda, lo que queda claro es que existió, que se desempeñó como jornalero, herrero, albañil y que en la hambruna que sucedió en el año de 1878 durante el mandato del General Francisco Cañedo, compadre de Porfirio Díaz, murieron de enfermedades propias de la miseria sus padres, Jesús no pudo hacer nada por ellos, como tampoco la mayoría de la poblacion no pudo hacer algo por sus seres queridos. Ya no podian producirse el sustento les habían confiscado sus tierras que pasaron a manos de los allegados del General, convirtiendolos de la noche a la mañana en peones acasillados con un sueldo de 4 reales que no eran suficientes para vivir de manera adecuada. Sus vida valian poco, estaban a merced del hacendado, nadie tenía reservas alimenticias en sus cuerpos y menos en sus alacenas. Estas condiciones fueron las que años atrás lanzaron con las armas en la mano a la sierra en busca de justicia a Heraclio Bernal en el sur de Sinaloa y luego Jesus Juarez emularía sus correrias en el centro de nuestro Estado; ¡robar a los ricos para dar a los pobres!
Acciones que paulatinamente lo fueron convirtiendo en el enemigo público número uno del gobierno del jaliciense y de repente se puso en calidad de fugitivo y su cabeza valía una talega de monedas de oro, era tanta su osadía que retó al gobernador para que evitara un saqueo que haría en una noche de tantas en la propia casa de este. A pesar de la guardia instalada, el ladron penetró a la alcoba y como muestra de que lo hizó se llevó la espada del militar, convirtiendo a este en el azme reir de la masa resentida. Eso hizo que lo realizado por bandido, la poblacion de escasos ingresos lo tomara como algo propio, Malverde había logrado lo que muchos hubieran querido hacerle al cacique; ponerlo en ridículo.

Su audacía, su temeridad, los golpes espectaculares que daba a los poderosos hizo que los desvalidos, los parias, lo tomaran de manera simbolica como protector ante un poder que los aplastaba sin piedad. Quizá los rezos y las veladoras que los miserables le prendian para que Dios lo protegiera de no ser detenido por la acordada surtían efecto y en bandido seguía en sus correrrías. Pronto  se hizo preferido de muchos y odiado por otros, finalmente las plegarias dejaron de ser efectivas y lo atraparon y como castigo fue colgado en de las ramas de un mezquite, y para lección del resto de la poblacion el cuerpo permenecería expuesto hasta que el sol rencoroso de mi tierra hiciera efecto y desintegrara las carnes y estas cayeran al suelo. Por días, tal y como lo habían dispuesto los testaferros del cacique seguía bamboleandose el cuerpo del colgado a capricho del viento. Pasaron los días y alguien lo bajo del árbol y le dió cristiana sepultura y, para que no se olvidara el sitio exacto de la inmolacion, los devotos fueron depositando piedra tras piedra hasta que se formó el monticulo que miraba desde el camión desvencijado cuando venía de mi pueblo, mismo que ahora quedó engullido en las construcciones que hicieron posteriormente.

¿En que momento Malverde se volvió milagroso?, no lo sé, pero a raiz que Eligio González en momentos de tribulación imploró al ánima para no morir despues de los balazos recibidos en un enfrentamiento contra bandas enemigas le prometió hacerle una capilla. Desde entonces, paulatinamente  y ayudado por los fieles fue tomando forma tal como la conocemos ahora.





 
Malverde fue adoptado como benefactor de los que están fuera de la ley, Malverde cumplía lo que buscaban, había sido ladrón, su vida un desafio entonces Malverde fue oficializado como su santo. Desde entonces lo invocan para obtener la cosecha de marihuana o de amapola, que se les venda, que no los agarren los guachos, que la carga llegue a las calles de las ciudades de la Unión Americana, que se las paguen, que no se les entrampe el "Cuerno" en los agarres y muchas otras. Malverde responde a lo que necesitan y desde entonces ya ni se acuerdan de los santos oficiales. Su capilla está llena de agradecimientos.


  
 
Y quien hace milagros es santo, entonces para muchos Malverde lo es, aunque la Iglesia lo niegue, pero hay que recordar que la voz del pueblo es la voz de Dios y por eso está posesionado en el ideario popular, la gente lo quiere y él les cumple y, con facilidad se gana las veladoras, las ofrendas, las flores y las prolongadas serenatas que con chirrines y Banda le llevan los favorecidos. Malverde deba hacer hartos favores.
Con el auge y la diversificacion de los mercados del narcotrafico en los años ochentas y noventas del siglo pasado, la fama del forajido se fue expandiendo y ahora ya no sólo lo sienten como suyo en Culiacán y sus alrededores, sino que a nivel estatal, nacional e internacional nuestro santón es venerado. Ahora tenemos la proteccion de Lupita la novia de Culiacán, del Padre Jeringas y por si algo faltara nos protege el ánima de Malverde. ¡ Culiacán está bendito!


                         Dr. Nicolás Avilés González

No hay comentarios:

Publicar un comentario